dificultad: media

forma física: media

libre de vértigo: media

estabilidad: media

longitud: 16,26 km

duración: 5:20 h

altura: 575

inicio/fin:

Parador Nacional

pista de gps

Caminata 45: Montana Pajsajiron/Canada Blanca

Esta caminata nos lleva a la hermana pequeña del Guajara, la Montana Pajsajiron, también llamada Morra del Rio en los mapas. Tiene 11 km y mientras estamos allí, hacemos otra vuelta en la Cañada Blanca. Aparcamos el coche en el Parador Nacional. Hoy es uno de esos días en que las nubes de lluvia se ciernen bajas en el norte y el sur, pero en el Parque Nacional hay un sol glorioso todo el día.

 

El recorrido se realiza por el sendero principal de las Siete Cañadas hasta el desvío de la ruta normal en el Guajara. En el sendero principal recortamos un poco por una pequeña pendiente (ver GPS). La subida a la cresta del Guajara dura 30 minutos. Aquí elegimos la subida a Pajsajiron a la izquierda. No es difícil y después de otros 30 minutos dejamos el sendero y vamos a la izquierda a la meseta de la cumbre. La vista del Teide, Guajara y hacia El Portillo es fantástica.

 

El descenso hasta el camino principal de las Siete Cañadas vuelve a durar 1 hora. Ahora se han completado 7,7 km. Si se regresa al Parador desde aquí, habrá completado un recorrido de 11 km con 400 metros de desnivel. Tomamos el camino de la derecha 500 metros en dirección del Parador hasta el antiguo sanatorio.

 

La ronda que tenemos por delante en la Cañada Blanca tiene 8,5 km y 200 metros de altitud. En la Cañada hay mucha roca volcánica. El camino pasa por los restos del sanatorio hasta justo antes de la estación del valle del Teleférico. Aquí nos mantenemos a la izquierda y se queda claro por qué la Cañada se llama blanca. El camino alto tiene un subsuelo de color claro y parecido a la grava. El camino de vuelta al Parador es ligeramente inclinado. Así que el total de 16 km es fácil de manejar.

 

Puede encontrar una descripción detallada de la ruta y el track para GPS en el Guía de Senderismo de Tenerife.

 

El barniz del té cambia la coloración de sus flores de púrpura a blanco con el tiempo.

 

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